Elecciones en Coahuila

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

Con enero comenzó el proceso electoral de Coahuila 2023, mismo que habrá de concluir el 4 de junio con la elección de gobernador y diputados locales, por tal razón durante los próximos seis meses el ambiente estará repleto de politiquería partidista, que ya desde ahora se dibuja en las redes sociales del internet y en los espacios periodísticos.

Por eso ahora que los cuasi candidatos de los principales partidos coahuilenses, PRI y MORENA, ya retornaron de sus vacaciones, es menester que se pongan a elaborar las propuestas que le harán a los electores demandando su voto.

A pesar de la contaminación que Ricardo Mejía Berdeja le acarreó al proceso electoral, lo cierto es que su situación ya fue esclarecida por el dirigente nacional de MORENA, Mario Delgado, quien el pasado 5 de enero, volvió a repetir que el virtual candidato de su partido en Coahuila es Armando Guadiana Tijerina.

Por otra parte, dicen los que verdaderamente saben lo que sucede en las cúpulas morenistas, que Ricardo Mejía ya planteó -a través de intermediarios- una posible reunión con Armando Guadiana para llegar a una negociación, tomarse la foto de “unidad” y salir juntos a combatir al priismo coahuilense.

La negociación a la que aspira Mejía Berdeja, es dejar a “su gente” y a él mismo en posiciones importantes, por ejemplo, el subsecretario de Seguridad Pública quiere ser senador en 2024, y quiere acordar con Guadiana que Noé Garza Flores, Jorge Luis Morán Delgado y Tony Flores Guerra sean candidatos a diputados locales; además que Shamir Fernández Hernández sea reelecto como diputado federal y Jorge Williamson Bosque sea candidato a diputado federal en 2024.

Los que saben dicen que es muy difícil que el berrinche del subsecretario de Seguridad Pública haya dado para lograr tanto, incluso la dirigencia nacional de MORENA ha liberado a Guadiana del desgaste que significa la negociación con su competidor. “Acá lo arreglamos” le dijeron.

Otros conocedores del tema insisten, en que la pandilla que Mejía Berdeja reunió para asaltar el gobierno de Coahuila debe quedar fuera de toda negociación, pues finalmente son corruptos reconocidos, algunos como a Noé Garza lo están investigando en Nuevo León, junto con otra ladrona conocida por los coahuilenses: María de los Ángeles Errisúriz Alarcón; el mismo Jorge Luis Morán sigue señalado por CFE como jefe de la mafia de coyotes del carbón que trafican con contratos de carbón “de diseño” cobrando 65 pesos por tonelada, según la investigación interna que se hizo el año pasado. Otros impresentables son: Shamir Fernández, Raúl Sosa y Gerardo García.

Para Coahuila, la situación está clara, los candidatos de donde saldrá el próximo gobernador son: Manolo Jiménez Salinas del PRI y Armando Guadiana Tijerina de MORENA, los demás -si es que participan- son de relleno.

Por tal razón, ya es hora que estos candidatos se pongan a arrastrar el lápiz, para que elaboren sus propuestas de campaña, pues hasta ahora no es suficiente que el priista ofrezca que todo seguirá igual, es decir, se continuará con la seguridad que hasta la fecha ha logrado mantener el gobernador Riquelme, en coordinación con el ejército y la guardia nacional.

Manolo deberá incluir en sus propuestas dar a conocer en qué se gastó Humberto Moreira la enorme deuda que dejó su gobierno a nuestro estado, también tendrá que hacer una radiografía de Coahuila para saber qué le espera a cada región si gana las elecciones, incluyendo las obras de infraestructura que se han detenido desde que por la deuda se pagan cinco mil millones de pesos anuales solo de intereses. Además, saber porque la deuda del estado ha aumentado en lugar de disminuir.

Las pensiones y la crisis económica de la Universidad Autónoma de Coahuila, son otros asuntos que deberán quedar plasmados en la oferta electoral, al igual que muchos otros que han quedado rezagados por la falta de dinero.

Tampoco es suficiente, que la oferta del candidato morenista sea exclusivamente dar a conocer la megadeuda y otorgar más dádivas disfrazadas de programas sociales que no generan desarrollo, sino dependencia y lucro con la pobreza.

Por eso creo que es tiempo de que los candidatos con mayores posibilidades de obtener el triunfo dejen de nadar de muertito y se pongan a trabajar, haciendo las propuestas en las que se habrán de dedicar cuando sean gobierno, pues finalmente las vacaciones ya terminaron, y no deben estar esperanzados a que sus partidos los lleven a la gubernatura sin ningún esfuerzo personal ni propuestas de gobierno.

Política aldeana

En medio de berrinches, resentimientos, oportunismos y divisiones, finalmente quedó claro quienes están detrás de la polarización. Javier Guerrero García, por ejemplo, está detrás del apoyo a las ambiciones de Ricardo Mejía Berdeja, pues “su gente”, sus cercanos, insisten en respaldar al subsecretario de Seguridad Pública en su llamado a la rebelión. Allí está Roberto Piña Amaya, corrupto alcalde de Frontera y ex chofer de Javier Guerrero. También Melba Farías se encuentra apoyando a Mejía Berdeja, y el diputado Francisco Borrego, de quien se dice es socio de Javier Guerrero y sus familiares en una empresa constructora. Por cierto, Javier Guerrero García no participó como corcholata para el gobierno de Coahuila, debido a que su firma aparece en muchos documentos de la estafa maestra que lideró su amiga Rosario Robles Berlanga.

Preguntas huérfanas

¿Sabía usted que el presidente López Obrador durante su gobierno ha incrementado la deuda externa en un 30 por ciento, en 2018 la deuda era de 10 billones de pesos, para finales de 2022 la deuda es de 13 billones de pesos?

¿Será cierto que con la detención de Ovidio Guzmán, AMLO traicionó el pacto que tenía con el cártel de Sinaloa?