CIUDAD PORFIRIO DÍAZ EN 1896

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Rigoberto Losoya Reyes.

Un artículo que fue publicado en 1896, en la “Gaceta Médica de México” por el doctor R. Ortega, quien radicaba en esta ciudad, resulta de gran valor histórico, porque analiza las condiciones de salud que prevalecían en esta ciudad a finales de siglo XIX. En el documento describe las condiciones de las viviendas de esta población y cita:

 “Son estas, en general, de un solo piso y bajas de techo; no llegan a diez las habitaciones de segundo piso, y tanto unas como otras de construcción pésima, inclusos la Aduana y Juzgado de Distrito que tanto dinero costaron a la nación. Hace la excepción la mayor parte de las que la Compañía del ferrocarril Internacional Mexicano proporciona a sus empleados, y aun estas dejan mucho que desear desde el punto de vista higiénico. Gran Parte de las habitaciones son de madera, con todos los defectos inherentes a este material, que sería largo enumerar, sobre todo en climas extremosos como el de aquí. La mayor parte son de adobe, y las mejores para estos climas por ser este mal conductor del calor. Muchas son de ladrillo, pero sus paredes tan delgadas, que no defienden contra los rigores de la temperatura. Pocas las de piedra y son las antiguas, con excepción del Hotel Internacional, que es moderno y bien construido, todas son muy bajas y mal ventiladas. Existen algunas chozas con techos de tejamanil”.

Puente del Ferrocarril Internacional Mexicano Piedras Negras-Eagle Pass, Texas.

Respecto al panteón municipal el autor cita en el ensayo que, este se encontraba situado en la parte norte noroeste de la población, comprendido en el perímetro de esta, entre ella y la laguna. Según informes del ingeniero municipal Carlos Mueller, en 1896, la laguna se encontraba a un metro más bajo que la del panteón y a menudo las aguas invadían los sepulcros y que las filtraciones que de ahí emanaban recorrían gran parte de la población en su trayecto al Río Bravo, siguiendo el declive de la capa impermeable, y existía el riesgo de contaminación por los cadáveres ahí enterrados. Los médicos de la ciudad solicitaron que se clausurara dicho panteón y se delimitara uno nuevo sobre alguna loma caliza. Lamentablemente el reglamento no se respetaba y se efectuaban entierros a mayor profundidad de dos metros.

Una de las construcciones que llamó la atención en su tiempo fue el Hotel Internacional

De acuerdo con un artículo antes citado, el Hotel era una de las más modernas en Piedras Negras, con servicio de agua potable entubada proveniente del Río Escondido. La construcción era de piedra y madera de importación. Este edificio aún se conserva, aunque lamentablemente en ruinas.

La ciudad de Porfirio Díaz se abastecía de agua proveniente del río Bravo a través de dos procedimientos. El primero a través del empleo de una bomba de vapor y tubería de fierro, la calidad del agua era pésima, si bien estaba filtrada, la bomba la extraía del fondo del río y el agua estaba contaminada por la población de Eagle Pass y de infiltraciones salinas. El otro procedimiento, consistía en el uso de toneles cargados sobre ruedas y tirados por acémilas, el agua era de mejor calidad porque se tomaba más arriba de la toma de la bomba y de la superficie.

Anteriormente, los aguadores tomaban el agua frente al centro de población, pero don Fructuoso García ordenó que se hiciera antes de los focos de contaminación con motivo del alto índice de enfermedades gastrointestinales entre los habitantes que la consumían.

Las oficinas y habitaciones del Hotel Internacional recibían agua del río Escondido y la cantidad de sales de sus aguas era menores a las del río Bravo, aunque en su trayecto, antes de ser tomada por la bomba y distribuida por la tubería estaba más airada y era de mejor calidad que la que era distribuida en la ciudad, inclusive la de los aguadores.

Para esterilizar el agua, los médicos de la época, recomendaban mezclar 4 gotas de tintura de yodo a cada litro de agua y ponerla en reposo por quince minutos para privarla de cualquier clase de germen patógeno. El otro método era someter el agua por 20 minutos a una temperatura de 80 centígrados sin privarla de su aire.

Ya se contaba con servicio de energía eléctrica

El servicio para los edificios públicos y privados se conectaba desde la puesta del sol hasta las doce de la noche. La compañía estaba autorizada a suspender el servicio en caso de no pagarse dos meses seguidos, tanto al ayuntamiento como a los particulares. También, La empresa estaba obligada a colocar los focos en los puntos que el ayuntamiento le indicara para el alumbrado público y con un costo de un 35 por ciento menos de la tarifa que se cobraba a los particulares. 

El Ferrocarril Internacional Mexicano

Desde 1883, la ciudad de Porfirio Díaz se encontraba comunicada con la región gracias al ferrocarril, facilitando el transporte de pasajeros y mercancías, lo que permitió detonar la economía de la región, especialmente en ciudad Porfirio Díaz, registrándose una corriente migratoria procedente de Estados Unidos de Norteamérica y de España para buscar el sueño mexicano. El administrador era Lorenzo M. Jonhson y representaba una fuente de empleo muy importante, tanto que un sector de la población era norteamericano que residían en la colonia americana, muy cerca de la estación del ferrocarril.