SIN AMPLIA PARTICIPACIÓN ELECTORAL CIUDADANA EN EL 2024

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Luis Fernando Hernández González.

La ciudadanía y la sociedad se muestran ajenos y dispersos ante los fenómenos político sociales que necesariamente deben de ser de su incumbencia participativa, al saber como expresión cultural que la política es el instrumento de cohesión y organización, de lo disperso y diseminado, para la búsqueda de unión superior que debemos de tener en nuestra obligatoriedad organizativa con el fin de propiciar una sociedad moderna.

Han sido la experiencia acumulada la que en términos de tiempo en estos 23  años del siglo XXI y la configuración participativa al escribir esta historia, lo que bajo un concepto genérico de enseñanza política nos deben de orientar responsablemente para fijar posicionamientos de madurez ciudadana en nuestro actuar en la vida electoral como ciudadanía, alejando todo tipo de analfabetismo informativo que nos haga asumir criterios de mayor cultura en nuestro desempeño participativo, en una sociedad dinámica y visionaria.

Ominoso será el destino en México para la democracia, el entendimiento y la comunicación social entre los mexicanos.

 Basta entonces de ser ciudadanos de bulto o bien vegetativos, en el actuar ante los fenómenos y circunstancias sociales que nos comprenden y que demandan por supuesto una definición y análisis acreditado, para el mejor tratamiento de las causas sociales, económicas, políticas y culturales que nos conciernen en estos tiempos de avatares y de vorágine social e informativa, en donde debemos de aparecer en estas páginas que hoy se escriben como actores dinámicos de esta historia de nuestro tiempo.           

Los tiempos actuales nos expresan imágenes de candidatos cuyos comportamientos hablan de la política poco emotivos, hacia un electorado con el cual no logran identificarse en sus propósitos y fines que les dé un aprecio de interés, para generar una participación político electoral definida y comprometida emocional, para el grueso de ciudadanos en edad electoral, 94 millones inscritos en el padrón electoral.

Los ciudadanos se estiman distantes e indiferentes, un tanto ajenos a esas expresiones que los distintos medios  busca  con sus articulistas y editorialistas ofertarles para  su información  tanto interna como externa, de lo que acontece para tomar determinaciones y generar conceptos estratégicos  que dé definición a la misma operación política electoral de los sitios que se han configurado, para el armado del tinglado procesal del 2024, en donde se habrá de elegir al próximo presidente de la república y al poder legislativo  entre senadores y diputados al Congreso de la Unión.

 Si esa omisión social de importancia sucede en el ámbito federal, dicho fenómeno de motivación y comportamiento se replica en el ámbito local, para la elección de alcaldes, regidores y síndicos, generándose con ello la escasa o nula valoración que se le da a las cuestiones de interés público, para una sociedad que se muestra apática e indiferente en su papel de soberanía popular y de conducción de la vida colectiva, en sus distintos niveles generacionales de compromiso.

Esquemas vemos de orden publicitario que buscan motivar a los ciudadanos a definir su simpatía por tal o cual candidata o candidato, que aspira bajo esquemas distintivos publicitarios ofertar su pasado, su experiencia, su desarrollo personal, como también su estado anímico  por generar  nuevas alternativas  que brinden certeza y rumbo a una sociedad, así se comporta el oficialismo como también la alternativa opositora, situación que la sociedad aprecia como ya cansadas y agotadas, esa sociedad que no visualiza ni contempla nuevos bosquejos de inspiración en la  dignidad que signifiquen en su contenido un bienestar y una superior calidad en la vida social.

Las redes sociales con un activismo mercantil inusitado atacan, ofenden y denuestan de forma y manera despiadada, sin aportar un mínimo criterio para edificar una superior sociedad que, dé sentido a una edificación de amplitud de horizontes en la vida colectiva de los mexicanos, al buscarse solamente lesionar al adversario, sin importar el rumbo y rezago general en el que se desenvuelve la nación.

Caso omiso hacen las fuerzas políticas en la construcción de una candidatura y de lo exitoso del desenvolvimiento, generado como ejemplo en el  modelo participativo y democrático realizado en Coahuila este 2023 con Manolo Jiménez Salinas, quien de manera operativa, convoca a la ciudadanía, se identifica con las distintas generaciones de ciudadanos, motiva a empresarios y organismos de la sociedad civil, lo mismo que a profesionistas, técnicos y universitarios, al conjugar sus experiencias de político y servidor público,  y de esta forma se empodera de la confianza asumiendo un liderazgo social que le respaldan en las urnas 765 mil electores, para de esta manera ungirlo como mandatario de esta entidad que es Coahuila.

Visión, sensibilidad, carácter, energía, jovialidad y compromiso ciudadano, son las cartas ineludibles que generan con amplitud el éxito de unión y cohesión social que hoy encabeza Jiménez Salinas, en esta importante entidad del país.

Hoy los coahuilense edifican el sentido de la expresión de unidad con lo que debe de ser Primer Gobierno Ciudadano que tendrá en su historia Coahuila.