CIEN PUERTAS DE TORREÓN

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Lic. Simón Álvarez Franco.

Al que fuera el rancho “El Torreón”, se le cambió su denominación en “Congregación Torreón” en 1883, con motivo no sólo de su crecimiento, sino porque hasta aquí llegó a cruzarse con la vía del Ferrocarril Central, que venía de Piedras Negras, Coahuila (en aquel momento llamada Ciudad Porfirio Díaz, en honor del dictador). Para transportar personas y mercancías ya había una empresa la “Compañía del Ferrocarril Eléctrico de Lerdo a Torreón, S. A.”. que daba este servicio de acercamiento entre los tres puntos. Torreón fue declarara Ciudad el 15 de septiembre de 1907.

A finales del 2006 se integró la asociación civil “Centenario de Torreón”. Siendo don Ramón Iriarte Maisterrena presidente ejecutivo; Antonio González Dueñez, secretario; y el Lic. Fernando González Ruiz, director de operaciones. Esta Asociación patrocinó al licenciado Pablo Ortega Mata la edición de su libro “100 Puertas de Torreón 1907-2007”, y me pidió que escribiera el Prólogo. Habiendo aceptado, lo estoy haciendo y termino recordando la sentencia que los prólogos largos son fastidiosos y cansados.

Este libro está llamado a perdurar y a convertirse en consultor de estudiosos, Trae impresos pensamientos de veinte intelectuales que explican cada uno a su manera las puertas que vienen ilustradas. Estoy seguro de que este libro va a vivir con salud y hará historia en centurias venideras. Cierro este prólogo con un verso de don Jesús Lazalde Castañeda, padre de los tipógrafos Lazalde Alcalá, quien fuera amigo mío en mi primera juventud:

En el ferrado portón
del castillo abandonado de mi pobre corazón
llaman con el aldabón como ha mucho no han llamado.
Abre la puerta portero,
e inquiere quién pueda ser
quizá sea algún viandante perdido al atardecer;
mas si acaso es el amor
el que ha venido a llamar, cierra muy bien el portón,
y no lo dejes entrar!

Lic. Homero H. del Bosque Villarreal
Cronista de la Ciudad de Torreón.

Este libro se formó con 5 poesías encargadas para el efecto a cada uno de 20 poetas de reconocida labor en la cultura de nuestra Laguna, ahora que escoger de ellos: unos pocos como muestra de su calidad ha sido difícil, pues todos los publicados rondan el filo de calidad y personalidad inigualables, vayan aquí unos pocos de ellos:

Del Lic. Fernando González Ruiz; Administrador de Empresas, Publicista, Maestro en varias universidades locales, Periodista y Locutor presentamos 4:

ALTIVA

altiva,
fresa,
regia,
soberbia,
bien hechecita. . .
¿Qué te crees?
¿Qué te sueñas?
Eres tan puerta como todas las puertas,
ni más ni menos.
Abierta para cerrarse,
como todas las puertas;
eres cerrada para abrirse,
como todas las puertas;
eres fachada, eres adorno,
como casi todas las puertas;
eres testigo de quién sale y quién entra,
como todas las puertas;
eres tocada y golpeada,
como todas las puertas;
así que: ¿quién te crees, puerta altiva?
Si no eres más que una puerta,
todas las puertas. . .
puerta vulgar, simple puerta.

LA PUERTA DE LA PUERTA. . .
Tiempos de hoy.
Cuando una puerta, que representa seguridad,
aislamiento, protección, intimidad y más,
requiere otra puerta que la cuide.
¡Vaya oficio!
como añadirle al ejército un ejército que lo proteja,
un portero al portero cuando juega,
un colchón de más para que el niño duerma. . .
Cuando las puertas son frágiles permiten el paso de todo.
Tal vez por eso ahora cada puerta deberá ser
resguardada por otra puerta;
son los tiempos,
mañana, según el rumbo que llevamos,
habrá una tercera puerta que resguarde a la
segunda que resguarde a la primera. . .
. . . y nos volveremos esclavos de las puertas,
de miles de llaves,
de decenas de candados,
de cadenas,
de esclavitud disimulada,
porque seguiremos entrando y saliendo por las puertas,
y en fingida inconsciencia, actuaremos como si nada
ocurriera, como si nada pasara, como si cada puerta
que se traspasa no fuera una forma de expresar
el miedo, la inseguridad, la impotencia , el terror
a la agresión, al robo, a la inquietante realidad
de estos tiempos de hoy.
La puerta de la puerta de la puerta de la. . .
F. G. R.

LETRERO

Ese letrero “No estacionarse”
¿es broma?
¿es chiste?
Porque. . .
¿Quién entra ahí?
¿Quién sale de ahí?
¿Quién “cabe” por ahí?
Pero puede ser que sí,
que en efecto, alguien que vive
ahí necesita su espacio para
justificarse, para estacionarse
en el tiempo, para dar entrada
a sus sueños, a ese “algún día. . .”
que todos tenemos.
Así que;
¡No te estaciones!
respeto al espacio,
respeto a la puerta,
respeto al inquilino que
puso su anuncio,
chueco,
que te advierte, te pide,
te informa, te exige
que le des camino porque
ahí vive alguien. . .
Un letrero, chueco, un simple letrero,
anuncia la vida donde la apariencia
demuestra el abandono.
F.G.R.

TRÍO
No una ni dos;
Tres.
Tres puertas sólidas, fuertes
idénticas y reforzadas con
de fierro y candados. . .
Tres puertas que sugieren adentro
tres largos pasillos,
tres destinos,
tres incógnitas,
tres misterios. . .
Las pintas de nocturnos artistas expresan
que estas puertas ya no se abren,
que ya no reciben,
que ya nadie sale. . . .
La humedad en sus muros, sin
embargo, nos habla del agua que corre. . .
Habrá que llamar en estas tres puertas
para conocer quién habita dentro de ellas.
Quizá solamente el tiempo,
quizá solamente el recuerdo,
quizá únicamente el olvido. . .
Tres puertas,
Tres historias
tres vidas.
una ni dos:
tres.
F. G. R.

YAMIL DARWICH; Médico, Cirujano, Educador, Escritor, editorialista, filósofo y un largo etcétera, pero sobre todo: ¡Maestro! Con la calidad del que sabe enseñar con el Ejemplo no con la pedagogía, y sé que no va a estar de acuerdo con mi apreciación sobre su personalidad, porque. . . es modesto. Permítanme presentarles una pequeña muestra de su quehacer literario formando parte del libro en comento en esta ocasión:
PUERTA SUBLIME

Las puertas, útiles para significar el paso de lo terrenal a lo sublime; la creencia enseñada por las religiones del mundo.
Límite entre el bien y el mal, descrito con la alegoría puerta: “Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua. Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana”. Marcando diferencias entre unos y otros, por si acaso Dios tuviera la necesidad de ayuda para identificarlos.
Útil para definir los espacios seguros y distinguir abandono, aceptación o rechazo. El profeta escribe: “Entonces sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiera hecho esta mala cosa, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y así morirán”; y en Josué agrega: “Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa”.
En el Nuevo Testamento, Mateo utiliza las puertas para definir territorios de bien y mal; entre salvos y perdidos; “Y yo también te digo, que tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. El mismo apóstol las utiliza al advertir el juicio final: “Así también vosotros cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas”.
Juan, las utiliza para hacer notar el temor: “Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros”.
Imposible dejar de pasar la palabra de Jesús; “Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”. “Yo soy la puerta; el que por mi entrare, será salvo“.

C E L O

Oquedad arrancada de los muros,
aparato franqueado por dos marcos
con un dintel encima.
Puerta que permite el paso
de entrada o de salida.
Agujero que asegura al hogar,
construcción del hombre
que limita pasos de extraños
y oculta a las miradas ajenas
los aconteceres de lo nuestro.
Cancel del interior del hogar
decorado por cristales;
Dueña de herrajes de sobradas fantasías;
Lugar por donde se sale o se entra,
clausurada por las noches.
Puerta nueva; puerta vieja,
que deja puerterear a las visitas;
salir o entrar a escondidillas
por la noche, en oscuras horas,
acudiendo puntuales a la cita.
Puerta guardián de tesoros
Resguardados con afanoso celo.
Ocupada en atender lo nuestro,
limitar ingresos desconocidos
y puertaferear indeseables.
Yamil

METÁFORA DE ESPERANZA

Símbolo de sueños cumplidos
umbral transpuesto.
Puerta que franquea el paso;
a la gloria de cristianos, concedida,
o que comunica con el Hades
a los del alma perdida.
Representación de la querella
que hace en vida el nacionalista:
“A través de una puerta que no existe
escucho el rechinar de lo que sueño.
Tu tránsito y el cántico halagüeño
de la puerta en la patria que no abriste”.
Del enamorado:
“Al pasar por tu puerta estaba abierto
el grito de tu rostro traspasado,
el llanto de tu cuerpo bienamado;
como un río asomado a mi desierto”.
Del profesor y el aspirante:
“De este plantel no cruce los umbrales
quien venga aquí con fines comerciales;
quien venga por cumplir, o por rutina,
o por ganar tan solo un jornal
y no comprenda la misión divina
que es el noble ejercicio de enseñar”.
Y del soñador, contador de sueños:
“Y dizque aquellas puertas daban
paso a salas y jardines sin par, donde
se mostraban hacinadas las riquezas
todas de la tierra y el mar”.
Yamil.

NOTAS:
Cien Puertas de Torreón. Patronato del Centenario, 2007
DeSencuentros.- Yamil Darwich, 2022