Aunque el sondeo realizado en los últimos días por Masive Caller, empresa especializada en encuestas telefónicas, que desde septiembre del año pasado a la fecha, elabora sondeos sobre el voto en Coahuila y otros estados, coloca a Movimiento Regeneración Nacional dos puntos arriba que el Partido Revolucionario Institucional en esta entidad, cuando el PRI hace un año estaba por encima de Morena 10 puntos.
No obstante que los gurús priistas locales se niegan a aceptar está encuesta, la realidad es que a partir del último proceso electoral en donde el partido de la Cuarta Transformación ganó las gubernaturas en Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, en Coahuila sigue avanzado el partido guinda sobre todo en ciudades como Piedras Negras, Ciudad Acuña, Melchor Muzquiz, Frontera, Monclova, Saltillo, Ramos Arizpe, Parras de la Fuente, San Pedro de las Colonias y Torreón.
Y si a eso le agregamos, el cuestionable trabajo de algunos alcaldes en el manejo de los recursos públicos desde que desde inicio de este año, como Román Cepeda González, en Torreón; Mario Dávila Delgado en la región centro; y Norma Treviño Galindo en el norte del estado, son razones para que los militantes decidan unirse al partido que eligió a Andrés Manuel López Obrador.
Un dato interesante es que Morena se decidió por una mujer y dos varones para que fueran sus candidatos a las gubernaturas, cuando por muchos años trajeron la camisa puesta del PRI.
María Vitela de Durango, permaneció en el PRI 16 años hasta el 2017; Julio Menchaca de Hidalgo, estuvo afiliado a esta organización política por 36 años hasta el 2015; y Américo Villarreal de Tamaulipas, fue miembro activo priista 34 años hasta el 2017.
Hay que tener presente que los nuevos gobernadores alcanzaron la victoria con poca participación ciudadana. En Oaxaca, votó solo el 38.7 del padrón que tiene registrado el INE. En Quintana Roo, salió a emitir su sufragio el 40.4. En Aguascalientes solo votó el 45.5. En Hidalgo acudieron a las casillas el 47.5. En Durango el 50.4; y en Tamaulipas el 53.3.
De todo esto surge la conjetura lógica, que por ahora el PRI minimiza y le resta importancia, que políticos destacados en su partido ahora se sientan marginados, estén pensando en cambiar de color partidista y es posible que se unan a Morena, solo con el propósito de alcanzar alguna curul de los 25 lugares que estarán disponibles en el Congreso del Estado, cuando la elección de diputados locales y Gobernador se realice el 4 de junio de 2023.
Este escenario no es para confiarse, si se considera que políticos priistas ya muy vistos vuelven a ser nombrados operadores de Manolo Jiménez Salinas en las diferentes regiones de la entidad, y eso trae inquietos a un importante número de la militancia del PRI.
En tanto, Ricardo Mejía Bermeja, en las visitas que realiza a Coahuila aumenta el número de seguidores, solo que sus principales contrincantes los tiene en su mismo partido: Luis Fernando Salazar, Reyes Flores Hurtado, Armando Guadiana Tijerina, José Ángel Pérez Hernández, así como la mayoría de los funcionarios que ocupan las principales áreas en la Secretaría de Bienestar, mismos que juegan en contra del proyecto político del subsecretario de Seguridad Pública.
