Cruces

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Rufino Rodríguez Garza.

Con el descubrimiento de este continente, los españoles y portugueses trajeron su religión, la cual después fue impuesta a los nativos de América, los cuales tenían sus propias creencias y adoraciones.

Con los primeros arribos de los ibéricos, llegaron con éstos los primeros padres, pertenecientes a diferentes órdenes sacerdotales, siendo algunas de las mismas los Franciscanos, Agustinos e inclusive los Jesuitas; mismos que con la espada y la cruz empezaron su cruzada institucional en contra de los nativos: ¡la evangelización!

“La evangelización en la Nueva España, también llamada por algunos como la “Conquista Espiritual” fue un proceso histórico que implicó mediante la predicación, enseñanza e implantación de la fe católica en los territorios de la Nueva España y la transmisión de la cultura occidental” Wikipedia.

Esto viene a cuento porque en infinidad de sitios arqueológicos del norte de México los capitanes, los sacerdotes y los tlaxcaltecas que llegaron allá por el año de 1591 ya venían evangelizados y junto con los anteriores grabaron la cruz en sitios sagrados de nuestros nativos por aquello de reprimir sus diabólicas creencias.

De allí que un grabado histórico lo representa precisamente la cruz. El símbolo no es exclusivo de los cristianos, es una marca universal que la podemos encontrar en cualquier parte del mundo, pues basta que se crucen dos rectas y ya tenemos una cruz.

En el catolicismo hay muchas de estas representaciones con diferentes significados, pues podemos encontrar cruces de la pasión, cruces con pedestal y si estos son 4 se refiere a los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

En el Cañón de San José, en el Pelillal del municipio de Ramos Arizpe se localiza una enorme roca de varias toneladas y que está llena de símbolos nativos de arte rupestre, lo que llama la mucho la atención es que la gran roca está “rodada”; es decir, que fue de alguna manera girada y cuando los europeos grabaron o encimaron los grabados de las cruces, está roca ya estaba así.

Los grabados de los naturales quedaron de cabeza, pero no así las cruces. La roca está justo en el lecho pedregoso del arroyo San José y los grabados son muy abundantes y de buena hechura.

Hace aproximadamente un mes, allá por el mes de marzo del 2021 estuve en dicho lugar en compañía de Doctor y arqueólogo Francisco Patiño, de la ciudad de Monterrey; con el cual he salido a mostrarle sitios emblemáticos del arte rupestre de Coahuila.

Platicando sobre las cruces, el Dr. Patiño me hizo la observación de que es una cruz “patana” es decir, con “patas”; también llamada “patada” o “cruz pate”, las cuales se difieren de otras cruces porque los brazos se estrechan al llegar al centro y se ensanchan en los extremos.

Esta cruz es importante pues fue la que usaron los Caballeros Templarios o la Orden del Templo.

En este caso no tengo la menor duda de que algunas cruces pudieran parecerse a la “cruz patada” por las que hemos localizado en muchos lugares de Ramos Arizpe, por ejemplo.

Las cruces localizadas en estos territorios del norte de México la conocemos como la “cruz colonial”, pues de esas fechas data y se trata de una cruz con triángulos en los extremos, nada que ver con la cruz del templo.

No tengo duda de que algunos sacerdotes europeos tenían conocimiento de esa representación, pero no hay grabados que nos confirmen tal cruz.

Las cruces localizadas en las rocas de Coahuila están relacionadas podemos afirmar que se tratan o son pertenecientes de la Orden de Cristo o también de la llamada “portuguesa”.

Mencionaré algunos sitios icónicos donde existen cruces coloniales: Cañón de San José en Ramos Arizpe, En General Cepeda se encuentran unas cruces de casi dos metros en la comunidad de la Puerta; otros sitios son los que se encuentran en el kilómetro 21 de la carretera 57, en el Tajito; en Santa Cruz, en el Barril, que antes se llamó “Las Iglesias”. También se observan en Narigua, Fraustro, Saucillo, San Felipe, Presa de los Gutiérrez. Etc.

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