Lic. Jesús Flores Aguirre diplomático y poeta saltillense

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Simón Álvarez Franco.

A este ilustre saltillense sí lo conocí bien, ya que su hijo mayor, Virgilio Flores Dávila fue mi compañero de primaria en el Antiguo Colegio de San Juan (después Ignacio Zaragoza) habiéndonos unido la circunstancia que casi al mismo tiempo nos convertimos en huérfanos maternos, lo cual propició que don Jesús me admitiera en su casa como si fuera otro más de sus hijos, mi amistad con Virgilio y su familia duró hasta que en 1970, trabajando en la misma institución bancaria en el Distrito Federal, hubimos de separarnos ya que cada quien empezó su peregrinar por varias ciudades del país, representando y ascendiendo en dicha red bancaria.

Once Poetas de la Nueva Extremadura. México, 1927, obra del poeta saltillense Jesús Flores Aguirre

Saltillense de pura cepa, nació en Saltillo en 1905, enamorado de su solar nativo, hombre bueno, simpático, cortés y con buen sentido del humor.

Flores Aguirre además de poeta era licenciado en Derecho, habiendo cursado en el Ateneo Fuente sus estudios secundarios, se trasladó a la ciudad de México a cursar Leyes en la UNAM. Habiendo ingresado al Servicio Diplomático Mexicano en 1955 empezando por ser Delegado de México ante la OEA. Desempeñó varios puestos diplomáticos en Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Canadá y finalmente, en 1960, fue trasladado a Cuba como Consejero de la Embajada de México.

En todos los países en que desempeñó cargos, lo hizo con entusiasmo, compenetrándose de la cultura de cada uno de ellos, lo que le permitió cultivar amistad con los intelectuales más destacados, llegando incluso a dar clases en sus universidades y dictar conferencias sobre la poesía y cultura mexicana. En prueba de ello quedaron escritos homenajes de Juana de Ibarbourou, poeta uruguaya que mereció ser llamada Juana de América, del poeta cubano Guillermo Ortega Pascual, y otros muchos que alabaron no sólo su don de gentes, sino su poesía y la amplia cultura que adquirió en cada uno de sus destinos.

Obras del autor

1 Horizontes Grises, Monterrey, N. L., 1925 (a sus 19 años).
2 Once Poetas de la Nueva Extremadura. México, 1927.
3 Ruda Labor y otros poemas, Saltillo, 1923.
4 Soledad y Estío, México, 1941.
5 De la Tierra del Agua y del Viento, México, 1947.
6 La Voz de la Tierra en las Letras Mexicanas, San Luis Potosí, 1947.
7 Romance del Viejo Perú, Lima, 1948.
8 México Esdrújulo. Buenos Aires, 1950.
9 Un Soneto para Cada Domingo, Buenos Aires, 1954.
10 La Anunciación de Maíz, Buenos Aires, 1955.
11 Evocación de la Semana Santa, Cuba 1959.
12 La Mujer Transparente, (Póstumo) La Habana, 1961.

Vemos que era prolífico, ya que además de su obra literaria, daba clases en universidades y conferencias en cada país, su muerte en la temprana madurez de su edad nos privó de seguir gozando de su pluma.

Y hablando de su muerte repentina voy a ceder la voz al poeta cubano Guillermo Ortega Pascual que el 25 de agosto de 1961 hizo el panegírico de “su hermano”.

. . . “Ante estas páginas inéditas de sus bellos poemas que forman su libro “La Mujer Transparente”, siento una enorme tristeza un hondo dolor” . . .

“El sábado 19 de agosto de este año (1961) dimos por terminadas todas las correcciones, después de haber trabajado juntos dos horas por la mañana y tres horas por la tarde”.

“El lunes 21, o sea, 2 días después, vino a verme a mi oficina, como tenía la costumbre todas las mañanas…. Luego se despidió de mí, confiado, alegre, optimista; con su saco al brazo, -costumbre que había adquirido por el calor de la Habana- y estrechándome la mano se la llevó al corazón con aquel gesto tan característico suyo y me dijo: “hasta mañana, hermano” . . . y no volví a verlo más. Tres días después, la noche del jueves 24 de agosto, moría asesinado de un balazo”

Murió lejos de su México amado sin poder cumplir su deseo, expuesto patéticamente en su soneto “Vanidad de Vanidades”:

“y en un círculo trágico se encierra
nuestra azarosa vida, larga o corta,
hay una sola cosa que me importa
y es un día morir, pero en mi tierra”.

“Ojalá que cuando este libro vea la luz pública, ya se haya descubierto a los asesinos despiadados y cobardes que dieron alevosa muerte a este hombre bueno y generoso que era “Chucho” Flores Aguirre”.
Lamentablemente, hasta donde he llegado a enterarme y a pesar de intensas investigaciones internacionales, nunca se supo la causa ni los autores de su muerte.

La mujer transparente
A consuelo mi esposa, naturalmente

Claromar de oro, eres el presente,                         Eres el futuro: mi Aldonza Lorenzo,

En tus ojos puros no hay obscuridad,                                en los sueños míos, cuando ya te vas.

quedarás grabada,                                                  me queda en las manos

aunque estés ausente,                                             tu contorno tibio

en la piedra viva                                                    y ardiendo en la boca,

de mi soledad.                                                        tu sabor a sal.

Entraste en mi vida, mujer transparente,               Y si tú conjugas pasado y presente

como droga lenta, con sabor frutal,                        y el futuro incierto sales a encontrar,

las palomas blancas                                                mujer y poesía, Claromar de oro,

de los sueños llegan                                                áspero diamante tallado en saudad,

si tú les arrojas tus migas de pan.                           reflejas mi angustia,

Eres tan profunda como río obscuro,                     estrella en la noche,

cristalina y fresca, como manantial,                       como ascua encendida sobre el litoral,

con sabor de tiempo maduro en la fruta:                límite perfecto

guanábana y lluvia, aroma y espiga,                       de todos mis sueños,    

tal vez fresa o guinda,                                             de mi vida obscura,

dorado ananá.                                                         de mi muerte cierta,

                                                                                de mi soledad. . .

Canto de la tierra nativa
Biografía de Saltillo, una antigua ciudad iluminada

Es el pasado mi mejor presente

Soy la ciudad pequeña que en la austera
región de un valle luminoso vive
¿Cómo nací y advine? sobrevive
en mi recuerdo aún la primavera.

Una piedra miliar, fue la primera
que en Landín su labrado rostro exhibe,
el agua transparente de mi aljibe
está en mis manos, libre y prisionera.

Con iglesias y torres franciscanas
he fundido cañones con campanas . . .
Como el símbolo fiel, alado y fuerte,
—el águila devora una serpiente—
es mi pasado mi mejor presente
para vencer al tiempo y a la muerte.

Soy la provincia clara

Soy la provincia clara, la que un día
luchó por causas dignas. La pobreza
no me arredra, porque es mi fortaleza
el centavo que guardo en mi alcancía.
Vivir sin libertad yo no sabría,
morir con dignidad es mi nobleza,
por eso mi alma guarda la entereza
que le entregó la tierra el primer día.
Entré a mi casa y entorné la puerta;
de la alta torre la ventana abierta
estoy oteando todos los caminos. . . .
Porque de tierra soy y soy de viento
hay algo en mi soñar cuando presiento
en mi viñedo el mosto de mis vinos.

Hablo como ciudad, tierra nativa….

Hablo como ciudad, tierra nativa,
y mi palabra quiero que sea viva
admonición cuando la vida peca,
no cuando canta su canción sonora,
y si la muerte llega en esa hora
me hallará hilando sueños en mi rueca.

Este poeta se suscribe en el Romanticismo, todavía no le llegaba de López Velarde
el adjetivo modernista a pesar de que fundó en Saltillo un Club de amigos de Ramón López Velarde.

En su libro La Mujer Transparente, existen dos poemas en prosa, cartas cruzadas por Héctor González Morales y la respuesta que le dio Flores Aguirre con ocasión del lamentable suicidio de una bella muchacha de 20 años de edad, amiga de ambos que merece detenernos en su contenido, pero eso sería otra historia.

Por hoy quiero despedirme con un bello soneto que le dedicó con motivo de la presentación de México Esdrújulo en 1950 Joaquín Gómez Vas, argentino y director de “Atlántida” Editorial.

Por amigo, por gaucho y por poeta
Flores Aguirre, vine a tu homenaje
con un atraso casi irreverente,
que si bien me privó de hincar el diente,
me dio un pequeño tiempo de brebaje.

Pero bien sé que no resulta ultraje
ser último en el turno de la gente,
si llego lento y afectuosamente
a rendirte sincero vasallaje.

En México serás palabra fina
mas tu gracia perdura en la Argentina
por ser en cualquier tiempo fino esteta

Te doy este soneto improvisado
Y debo otro mejor, que lo has ganado
Por amigo, por gaucho y por poeta.

Fuentes:
• La Mujer Transparente, Ediciones “Papel de Poesía”, Habana Cuba 1961
• Las citadas en el artículo.