LA GRAVE SITUACIÓN NACIONAL

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

Por prescripción médica tuve que guardar reposo durante dos meses, lo cual además de aliviarme, también me ayudó a pensar con mayor profundidad la situación que vive nuestro país, luego de 5 años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Es cierto que la inseguridad en que se sumió a México antes del gobierno de AMLO, era ya preocupante, pero con López Obrador aumentó la violencia, debido a que no hizo nada por detener los homicidios dolosos que en su gestión ya suman 180 mil, tampoco detuvo las desapariciones forzosas que ya alcanzan las 120 mil, sin contar los feminicidios que son 11 por día.

Por tal razón, la violencia, de la que dan cuenta diariamente los medios de comunicación, es ya una constante en la vida nacional, y parece ser que los mexicanos ya nos acostumbramos a padecerla, sin que los sectores influyentes y organizados levanten la voz para exigirle a las autoridades que se termine el derramamiento de sangre y se haga algo por acotar el poderío de las bandas criminales que ya domina amplios territorios de México. Según se ha dicho, la tercera parte del país está bajo el poder del crimen organizado que mantiene a la población aterrorizada, mientras AMLO insiste en su fracasada estrategia de seguridad de “abrazos no balazos”.

La situación es muy grave, pero al parecer muchos no lo ve así y soslayan el gran peligro que representa para las nuevas generaciones. Solo basta pensar en el país que se les heredará a nuestros descendientes si la violencia continua como hasta ahora.

Estamos a cuatro meses de las elecciones presidenciales, y sea quien fuere la nueva presidenta, recibirá el país con problemas difíciles de resolver como es el caso no solo de la violencia criminal, sino de la falta de un servicio público de salud para los mexicanos que también padecen la falta de medicamentos; sin una educación con herramientas sociales, culturales y éticas, para educar a los niños y jóvenes con valores suficientes para enfrentar ese enorme flagelo.

Hay analistas y especialistas en el tema que han insistido en que la próxima presidenta de México recibirá una bomba de tiempo, sin recursos para enfrentar los grandes problemas nacionales, y por si fuera poco, López Obrador insiste en que se continúen sus políticas que no han dado resultado, pero que implican fortalecer lo que ya creíamos haber superado: un régimen autócrata sin pesos y contrapesos en donde una persona, el presidente de la república, sea la única voz y tenga el poder absoluto.

También es cierto, que lo que nos sucede es producto de la corrupción que no ha sido atacada durante el gobierno lopezobradorista que dijo que la combatiría, al contrario, se dejó que aumentará en grado superlativo, a tal grado que los afines al régimen actual se han enriquecido hasta el hartazgo, por ejemplo, los hijos, familiares y amigos del mismo presidente mexicano.

Debido a la violencia, a la extorsión y al terror que las bandas criminales ejercen sobre la población, la emigración de miles de mexicanos a los Estados Unidos es una realidad, sin que el gobierno federal trate de frenarla sin sesgos ideológicos y políticos, sino con la idea de darle a los mexicanos un país donde impere la paz y la concordia, y que sea el punto de partida para el progreso que le dé empleo a quien lo requiera, para darle sustento a sus familias.

Se asegura que la próxima elección presidencial, las más importante y copiosa de la historia nacional, se realizará con la participación del crimen organizado. A la fecha, la confusión se ha apoderado de la nación, pues se han incrementado las sospechas con el comportamiento de las autoridades y las declaraciones de narcotraficantes que aseguran que AMLO recibió dinero del crimen organizado en sus campañas de 2006 y 2018, por lo que se suponen que también recibió ese tipo de recursos en 2012. Pero al parecer eso parece no importarle a los obradoristas, ni siquiera a los acusados, a pesar de ser un asunto trascendente que se debe clarificar, para tener confianza en los procesos electorales.

Estos graves problemas constituyen un enorme lastre para la viabilidad de nuestro país, que de no ser enfrentados nadie sabe lo que realmente sucederá en el futuro cercano de México. Hay quienes insisten en que esta problemática solo podrá ser combatida con la unidad del pueblo mexicano, pero durante cinco años, AMLO ha polarizado a la nación, la cual se encuentra dividida y enfrentada, por lo tanto desunida, cuando más se requiere que los mexicanos actúen como una sola persona en bien de la nación.

Lo cierto es que el futuro de México está en manos del pueblo mexicano, que somos los ciudadanos, por tal razón de todos depende darle viabilidad a la nación, para seguir una ruta de crecimiento, progreso y democracia que propicie un desarrollo que beneficie a los mexicanos y que sea idóneo para enfrentar la pobreza de los más humildes, en un ambiente de justicia, equidad y solidaridad social. Ese es el gran reto que tenemos, ojalá y estemos a la altura de las circunstancias y logremos salir adelante en bien de nuestro país.

Política aldeana

Independientemente de los dimes y diretes que se dieron acerca de la concentración en el zócalo de la ciudad de México que se realizó el pasado domingo 18 de febrero, y la desautorización que tuvo ésta por AMLO y sus corifeos, lo cierto es que fue un éxito para las ONGs que la convocaron, pues demostraron que sin los denigrantes acarreos se dieron cita miles de ciudadanos que se oponen a las intenciones de López Obrador por terminar con el INE que lo llevó al poder para apropiarse de su estructura. Esta esperanzadora concentración deja ver que la gran ciudad de México será muy disputada en las próximas elecciones, y dígase lo que se diga, Morena no tiene asegurado su triunfo en la capital del país, porque seguramente no tendrá la mayoría calificada en el Congreso de la Unión que según el plan C de López Obrador quiere conseguir para modificar la constitución. En tal concentración que se organizó en defensa de la democracia, también surgió el grito de NarcopresidenteAMLO, que las otrora “benditas redes” que López Obrador presumió después de su triunfo como presidente, ahora las califica de robots y propaganda pagada por los que considera sus enemigos, conspiradores y corruptos, ya que según él ha sido vista por 170 millones de personas, convirtiéndose en una tendencia en las redes durante un par de semanas.

Preguntas huérfanas

¿Por qué AMLO en lugar de insultos no proporciona datos que justifiquen que es mentira que él, sus cercanos y sus hijos recibieron dinero de los narcotraficantes?

¿Será cierto que de aquí a las elecciones presidenciales seguirán saliendo evidencias de que las campañas electorales de AMLO recibieron dinero sucio?