Gobernadores

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Luis Fernando Hernández González.

En un viaje retrospectivo por la historia del estado nos damos cuenta de cómo la sociedad  ha  configurado su desempeño y actividades más sobresalientes, y con ello de la misma forma como queda en la vida del estado, el sello inherente a la visión y desempeño de cada uno de los mandatarios estatales como conductores en su momento de la historia contemporánea, es así como cobra sentido y sé registra la vida pública de esta importante entidad del noreste de México y que lleva como nombre Coahuila .

En una descripción somera diremos que su geografía está comprendida por sus llanuras polvosas, largas planicies áridas, ríos secos los más y sus montañas que se observan en la extensión de este vasto estado, largas y desoladas carreteras que a lo largo y ancho cruzan el estado, todo ello, ha sido testigo permanente de sus larga  y ejemplar historia, de quienes aquí habitan, y por supuesto también estos elementos son parte configuración y reciedumbre del carácter que dio marco de personalidad a sus distintos habitantes en el tiempo.

Solo a los coahuilenses les corresponde definir históricamente la construcción de su destino.

Surge como consecuencia de estos en cada momento y cronología temporal aquellos ciudadanos  cuyos propósitos  en la práctica, la historia y las circunstancias les permitieron ascender en el liderazgo que demandaba  el remplazo para ejecutar la conducción gubernamental del mismo: Pedro V. Rodríguez Triana del México postrevolucionario y agrarista, por los años del cardenismo y el esplendor que se da en la región lagunera, al ser también un gran impulsor de la educación  en Coahuila, cuyas instituciones educativas hoy gozan de un alto prestigio; Benecio López Padilla impulsor en Monclova de empresa paradigmática Altos hornos de México que apuntala el desarrollo de la industria acerera y del carbón  en una vasta región de Coahuila, dando sentido a la naciente industrialización del país en la región sureste y centro del estado; vendría posteriormente Braulio Fernández Aguirre y la búsqueda del equilibrio al interior del estado, impulsando la formación escolar universitaria y promoviendo la industrialización de Torreón, para igualarla al embrionario desenvolvimiento de Saltillo; sin pasar desapercibido la fuerte promoción que hace Eulalio Gutiérrez Treviño en el medio rural con la creación de comunicación e infraestructura rudimentaria para este sector de la población, y siendo a la vez generador de la autonomía Universitaria que desde entonces  posee  la UAdeC.

La llegada del gobernador Óscar Flores Tapia haría de su gobierno generar una fuerza espectacular de múltiples dimensiones,  por su gran cercanía  y aprecio que él disfrutaba de su amigo Luis Echeverría, que harían de esta región sureste, ser parte importante en la dinámica económica del estado y del país, al asentarse vertebradas  plantas automotrices y con ello generar un clúster industrial de amplias  dimensiones que  hoy tienen presencia  tanto  en el país, como de igual forma en el comercio y producción internacional, cuya transformación e ímpetu administrativo de su gobierno quedó marcado en cada una de las regiones y municipios de la entidad.

Vedarían gobernantes que bajo el estigma de la prisión central y de su propio solo darían sentido a una correcta administración de los recursos hacendaria en los dineros de los coahuilenses, denotando su perfil darían poco relieve a sus actividades emprendedoras para bien de la ciudadanía del estado, así se vivió tanto en el medio urbano como en el rural, al solo percibirse un número limitado de vialidades que de forma aislada se construyeron en la entidad.

El boom petrolero y el desarrollo económico mundial globalizado de los primeros años de este siglo permitió que nuestra entidad recibiera de la administración central del país, recursos económicos  complementarios y adicionales dieron muestra  con Humberto Moreira  Valdés, para propiciar el desarrollo de la entidad y generar mayores condiciones en el desarrollo social de los habitantes, su geografía  e infraestructura urbana y rural, situación económica que se sobrepasó y con ello se generó en la hacienda estatal, el mayor endeudamiento económico y financiero que registre la  historia contemporánea del estado. Agreguemos a ello, el franco deterioro en la seguridad pública que también se tiene registro por los efectos nocivos de la criminalidad en distintas regiones del estado que se asentaron, ante el asombro y zozobra de la población civil que aquí ha habitado.

Con el fin de restablecer el estado de orden y el derecho, el régimen de Rubén Moreira Valdez genera políticas de comportamiento administrativo austero, dando especial énfasis a programas y contextos estratégicos de seguridad en la entidad, cabe aquí puntualizar que el gobernador es un político inteligente de tiempo completo en sus quehaceres con orden y responsabilidad, de esta forma se establecen cortinas de blindaje militarizado en la región lagunera, sureste,  centro y norte del estado con el fin de contener el desenvolvimiento de la nociva criminalidad, misma que bajo vialidades  rurales y caminos vecinales  incursionaban  en Coahuila, procedentes de otras entidades del noreste de México, lográndose con ello el abatir escenas dantescas de criminalidad y terror que tiempo atrás habían deteriorado la seguridad y tranquilidad de la vida en Coahuila. En esta administración gubernamental se dio especial énfasis a la promoción internacional de Coahuila, realizado vistas promocionales por Asia, Europa y América del Norte, sitios en donde se obtuvieron plausibles resultados para el estado; al interior se legislaron una serie de iniciativas de protección a los derechos humanos, al medio ambiente y a la equidad participativa de género en toda actividad social o laboral.

Frente al inicio de una reñida competencia en la numeraria del proceso electoral, se da sentido al Coahuila de hoy, que de manera cautelosa, sensible y prudente Riquelme Solís, se muestran con amplitud en sus estrategias y habilidades sostenidas, frente a retos y desafíos, tanto de orden económico como político, para servir a la sociedad que representa, situación nada fácil que le ha permitido encabezar propuestas que vengan a fortalecer y dar sentido a políticas públicas sustentadas en un equilibrio gubernamental de corte federalista fiscal ante las autoridades centrales del país, con el fin de obtener respuestas a las demanda de la sociedad del estado, situación que  ha servido de ejemplo a otros mandatarios en distintas latitudes de México; como punto fundamental en su gobierno está el de buscar garantía de seguridad, piedra de toque para toda actividad pública y privada en el estado; ante estos tiempos de estrechez económica  y dificultades derivadas de la compleja circunstancia sanitaria, surgen múltiples repercusiones cuyos efectos derivan en la vida económica, social y cultural en la que ordinariamente se desenvuelve el estado, hoy podemos afirmar que el actual gobierno ha sabido sortear  y orientar con responsabilidad cada una de las circunstancias presentadas, tanto en el campo de la  salud como en el laboral, el educativo, en el de la movilidad social, la seguridad pública y el fomento a la inversión para la creación de fuentes de trabajo y empleo que hagan de la entidad  el territorio atractivo para mayores y mejores inversiones de capital productivo.

Esta situación actual es reconocida por instituciones que evalúan y valoran el desempeño gubernamental, al considerar a la entidad con claros indicadores aprobatorios que brindan certeza y responsabilidad de las autoridades y equipo que le gobierna, los ciudadanos lo apreciamos en el fomento económico con plantas industriales que invierten, emplean y producen;  bajo atenciones al desarrollo social, que de manera incluyente se da atención en el medio urbano y rural, en barrios y colonias en los distintos municipios que conforma la entidad, generando una total inclusión de la gran familia que  representa y es la coahuilense

Todo lo anterior nos permite considerar y visualizar hacia dónde va Coahuila, su sociedad y su gobierno en estos próximos años por venir, por supuesto con un desarrollo sustentado en una democracia social de amplio espectro de participación pública y privada, en donde sean  atendidas sus necesidades representativas demandadas por las mujeres, los jóvenes, los niños, los adultos, los vulnerables, los profesionistas, los académicos, los organismos de la sociedad civil, los universitarios, técnicos e ingenieros, los empresarios y todas sus nuevas generaciones hoy ya presentes, respuesta que necesariamente debe de estar bajo los criterios de discernimiento y cuestionamientos de transparencia, eficiencia, rendición de cuentas,  claridad y validez en todo lo concerniente a las cuestiones públicas que hagan de la entidad un claro ejemplo de servicio, atención y modernidad en su conducción gubernamental, alejada de las ofertas publicitarias de aquellos que solo buscan especular en tiempos electorales y que no viven con los coahuilenses ante sus necesidades y trabajo. Asesorados y preparados por los organismos públicos y privados que brinden y den certeza, claridad y rumbo a nuevas condiciones de un mejor Coahuila, moderno de cara al siglo XXI. 

Bajo el plan de Desarrollo Estatal 2023-2029 y participación social, abran de definirse estrategias integradoras bajo objetivos, operaciones y metas, que incidan en las actividades medulares, mismas que deseamos los coahuilenses, al ser quienes aportemos con la construcción de nuestro esfuerzo por esta tierra que es de todos.