¿QUÉ QUIERE AMLO?

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José Guadalupe Robledo Guerrero.

Para nadie que observa lo que el presidente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, está haciendo con México, ya no le queda duda que quiere imponer un régimen autocrático, dictatorial, en donde sus decisiones sean lo único que cuenten, para que sean aprobadas por los politicastros afines a su visión, todos venidos de los partidos corruptos que hasta hace cinco años gobernaban a nuestro país y que hoy se muestran como “revolucionarios”.

En sus largos años de campaña, AMLO nunca dijo que cuando llegara al poder cambiaría el régimen y haría desaparecer las normas, instituciones y leyes que rigen el sistema de gobierno que el pueblo de México ha logrado consolidar a lo largo de la etapa postrevolucionaria. En el aspecto democrático, algunos grupos de la sociedad lograron crear con sus luchas reivindicativas el Instituto Nacional Electoral (INE), para que organizara procesos electorales libres, equitativos y confiables, para garantizar el ejercicio de los derechos electorales. Gracias a su imparcialidad el INE reconoció la victoria de López Obrador.

Una vez conseguida su ambición de llegar a la presidencia de la república, AMLO ha hecho todo a su alcance para hacer desaparecer la independencia de los tres poderes de la Unión, y en ese intento de terminar con las instituciones que no favorecen a su autoritaria visión de gobernar, es por la que quiere apoderarse del INE y hacer elecciones a modo, tal y como sucedía cuando el PRI era el partido hegemónico.

López Obrador y su plan de gobernar es parte de la ideología que abrevó en el viejo PRI, de donde salió y se educó, por eso su convocatoria al cambio es una falacia y su supuesta faceta de “socialista” es solo un disfraz oportunista, para ubicarse en el espectro populista que hoy domina en toda América Latina con sus diferentes matices, con la intención de convertirse en su vocero y líder, tal y como deseaba Luis Echeverría Álvarez con los países marginados y del tercer Mundo.

Pero aun con las cantidades millonarias, que provienen de los recursos públicos de México, que ha gastado en promover sus ansias de liderazgo latinoamericano apoyando económicamente a Cuba, los planes de AMLO han fracasado tanto en política interna como en la internacional.

En lo interno, a cuatro años de su gobierno AMLO ha fracasado, nada hizo por combatir los dos problemas por los que ganó la elección presidencial: la corrupción y la inseguridad, todo lo contrario, pactó con los cárteles de crimen organizado y con los corruptos, a quienes mediante su ingreso a Morena los ha “purificado”, y desde esa posición de aliados del presidente siguen haciendo de las suyas, y han consolidado su poder.

AMLO tampoco devolvió a los militares a sus cuarteles como lo prometió en campaña, hizo lo contrario y militarizó al país, desapareció la policía federal y le dio al ejército y a la marina la guardia nacional, las aduanas, los puertos, los aeropuertos y les encomendó la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, el tren Maya y la refinería de Dos Bocas, y ahora -dicen- les dará una aerolínea.

En la política internacional, donde México tenía un gran prestigio, AMLO tiene una pésima imagen, no sólo por sus injerencias en Perú, sino por sus ocurrencias y pleitos verbales con el Parlamento europeo, y a últimas fechas con los senadores republicanos de Estados Unidos, quienes ya no tienen dudas de la protección que AMLO le da a los cárteles de la droga en México, por lo que López Obrador no sólo es un peligro para México, sino una vergüenza para nuestro país.

¿Qué quiere AMLO? López Obrador está empeñado en cambiar el régimen en México para crear un país en donde gobierne vitaliciamente y pasar a la historia nacional como un transformador del país, a la altura de Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Francisco I. Madero, con los que no tiene ningún parecido, pues Hidalgo fue un libertador, Juárez un reformador y Madero un demócrata, mientras López Obrador es un dictador, un destructor del orden constitucional y un antidemócrata.

Pero aun con su obsesión de entrar a la historia, desde el inicio de su gobierno AMLO se peleó, descalificó e insultó a quienes hacen la historia: historiadores, intelectuales y periodistas. Entonces ya sabemos cómo pasará El Peje a la historia de México, solo es cuestión de esperar la ley del péndulo político, para ver de qué están hechos los morenistas.

Política aldeana

Un amigo me decía en días pasados ¿De dónde acá los gringos se preocupan tanto por cuatro afroamericanos? A propósito, de los cuatro estadounidenses que secuestraron en Matamoros, Tamaulipas, de los cuales dos fueron asesinados, uno herido y la otra salió ilesa, y según se ha informado, algunos de los secuestrados estaban ligados con la venta de drogas. Efectivamente ¿De dónde acá?, pero a mi amigo se le olvidaba que el interés que Estados Unidos mostraron por los cuatro secuestrados, era la respuesta de los gringos por actitud soberbia y nada cooperativa de AMLO por acotar la criminalidad de los cárteles de la droga, a quienes los senadores republicanos quieren que el gobierno de Biden los catalogue como grupos terroristas, de tal manera que el ejército norteamericano ingrese al territorio mexicano para combatirlos. El secuestro de los cuatro afroamericanos se realizó durante esta discusión, por eso el interés del gobierno estadounidense. Lo cierto, es que este asunto generará nuevos métodos de colaboración México-EUA para combatir el tráfico de fentanilo, la droga letal que está matando a cerca de 100 mil norteamericanos anualmente, a pesar de que el cártel del Golfo entregó a los supuestos secuestradores y pidió disculpas por los dos asesinados. ¡Qué poca…! Los criminales haciendo justicia. ¿En qué país vivimos?

Preguntas aldeanas

¿De verdad los sicarios confundieron a los cuatro secuestrados en Matamoros?

¿Será cierto que los masones siguen perdidos, ahora le dieron el grado 33 a Ricardo Monreal? ¿Qué hizo Monreal para que lo exaltaran los masones?

¿Cuántas propuestas en favor de Coahuila hizo en cuatro años el senador Armando Guadiana?