Samuel Cepeda Tovar.
La planeación, programación y ejecución del presupuesto es un aspecto esencial dentro de la administración pública y denota en demasía el compromiso del gobierno en turno con el bienestar de la comunidad; por lo tanto, no puede delimitarse a una reproducción casi automática del ejercicio anterior con respecto al actual, pues las prioridades y necesidades deben ir cambiando y ajustándose a nuevos planes y programas de intervención gubernamental acorde a necesidades específicas.
En el municipio de Allende, Coahuila, la presupuestación parece ser una tarea simple que se limita a reproducir lo mismo cada año con la diferencia del incremento de la nómina de manera constante y exponencial. De los más de 88 millones de pesos presupuestados para el ejercicio 2024, en términos globales más del 60% se destina al pago de empleados dejando menos del 40% para las urgentes necesidades del pueblo, y es en estas necesidades que se puede ver cuáles son las prioridades de la actual administración en materia de prorrateo de recursos.
Analizando esta distribución podemos ver que el orden de prioridades para el municipio son en primer lugar, el desarrollo social con más de 19 millones de pesos asignados; en segundo lugar, obras públicas con más de 13 millones respectivos; la tesorería con 8 millones; el cabildo con 6 millones y la seguridad pública con otros seis millones de pesos; y entre los rubros menos importantes quedan deportes con solo 600 mil pesos, cultura con un millón de pesos y lo más lamentable, educación con otro millón de pesos para todo el 2024.
Este presupuesto es bastante cuestionable en varios sentidos, en primer lugar, porque el incremento mayor siempre es en la nómina, por lo que es urgente una presupuestación base cero que permita disminuir en algunos millones este oneroso gasto anual y dirigirlo hacia otro de mayor importancia prescindiendo de aviadores y puestos que solo representan compromisos de campaña que solo lastiman al erario.
Así mismo, es una aberración que el rubro más importante, la educación, reciba solo un millón de pesos cuando el desarrollo social y la obra pública se llevan las tajadas más grandes, casualmente estos dos rubros son en donde tradicionalmente más corrupción existe en las esferas gubernamentales, y cabe mencionar, que el desarrollo social entendido como el apoyo a los más necesitados disminuye cuando la población incrementa su nivel educativo y con ello su calidad de vida y dejan de necesitar al gobierno para subsistir, por ello los gobiernos inteligentes priorizan la educación sobre todas las demás cosas en el gasto público.
También podemos entender por qué en la actualidad Allende carece de una policía municipal, pues con seis millones de pesos no alcanza absolutamente para nada. Ignoro quién o quiénes realmente elaboren el presupuesto en Allende, ignoro si tienen conocimientos en planeación y presupuestación y, sobre todo, si tienen el conocimiento mínimo de lo que una sociedad requiere para desarrollarse, porque pareciera que no y la prueba es este presupuesto que erróneamente llaman “ciudadano” cuando es totalmente anti cívico y antidemocrático.
