Política aldeana

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Durante meses fueron varios funcionarios del Gobierno de Miguel Riquelme que se autopromocionaron en medios, reuniones y comilonas, con cargo al erario, para ocupar importantes cargos en el Gobierno de Manolo Jiménez. El más visible fue Eduardo Olmos Castro, aún presidente del Congreso Local, que cuentan los bien informados invirtió buenas sumas del presupuesto del Congreso para que se le mencionara como el próximo Secretario de Gobierno. Hasta unos días antes del cambio de Gobierno, Olmos insistía que ocuparía esa importante Secretaría y al final fue nominado para la Secretaría de Desarrollo de La Laguna. La designación como secretario de Gobierno fue para Óscar Pimental González, un político experimentado, con buena mano izquierda y muy cercano al Gobernador. Nadie sabe si Olmos creyó que con menciones en medios y mesas de café iba a presionar al Gobernador a darle la secretaría que quería, o si sólo estaba tratando de aumentar sus bonos para alcanzar algún puesto relevante, o simplemente quería que los que buscan negocios con el Gobierno del estado se dirigieran con él. Ahora, cuentan los enterados, Olmos está enfocado en hacer creer que la Secretaría que encabezará en enero será una “vicegubernatura”, y repitiendo que la oficina que tendrá “es donde se tomarán las decisiones importantes del estado”. Al parecer Olmos no se ha enterado de que hay nuevo Gobernador y todo indica que ejercerá el poder.

Otro que ya se veía como presidente del Congreso del Estado es Lauro Villarreal Cortés, tanto que ya había consultado con diputados el presupuesto y partidas que tendría. Se comentó con insistencia en círculos bien informados que no fueron pocas las personas a las que Lauro les reafirmó que sería líder de los diputados, ante los rumores de hace meses que decían que no iría al Congreso sino a un puesto en el Gobierno estatal. Al final fue nominado como director del organismo estatal del agua, CEAS, en donde ya se asegura que estará acotado y no le dejarán manejar el millonario presupuesto, por la presunta fama pública que carga.